08/03/2019 • CIUDAD
Día Internacional de la Mujer. Ana Elizaga, integra el Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Huanguelén.
Una de las primeras mujeres que ingresó al Cuartel, hace 24 años atrás.
En esta jornada, Día Internacional de la Mujer, vale la pena poner la mirada en las mujeres que se destacan en ambientes de trabajo y servicio que habitualmente han sido de hombres.
El Cuartel de Bomberos de Huanguelén ha sido de vanguardia en este sentido: hace 24 años atrás decidió la incorporación a su Cuerpo Activo de Bomberos mujeres, sabiendo que podían realizar un aporte muy interesante y constructivo para todo el grupo.
Ana Elizaga es una de las primeras cinco mujeres que ingresaron en ese entonces. A punto de jubilarse de esta labor, el año que viene, cuando cumpla 25 años de servicio, transitó por el Cuartel de Huanguelén con una labor destacada, a la par que era madre, esposa, docente.
“Cuando terminé de estudiar me fui, después volví, empecé a hacer en Huanguelén magisterio. En ese entonces nos propusieron a cinco chicas que ingresáramos al Cuartel de Bomberos, que querían tener un Cuartel femenino, querían iniciarse en ese tema. De ese grupo quedamos dos al día de hoy. Tengo otra compañera, Patricia Vega, que está conmigo desde entonces”.
Claro que fue una apertura muy grande: “tener la mente abierta, para incorporar mujeres, era muy difícil. Se logró y de una manera increíble. Yo puedo decir que fue muy lindo todo lo que me pasó”.
Cuenta Ana que “al principio no teníamos nosotras un lugar en nuestro Cuartel, era más difícil. Estaba como diseñado para hombres. Hasta que después entraron otras chicas más y ahí sí fuimos logrando trabajar a la altura de ellos, que creo que es lo que estamos haciendo hoy. Ahora somos iguales nosotras a nuestros compañeros. Logramos eso, la equidad y la igualdad, que era lo que siempre buscamos desde el inicio”.
Por supuesto que costó porque “había gente más grande, y costó que aceptaran que pudiéramos trabajar igual que ellos. O tal vez por miedo a que nos pasara algo”.
Dice que, hasta el día de hoy, sus compañeros del Cuartel las cuidan mucho: “nos cuidan, se preocupan, piensan que por ahí hay cosas que no podemos hacer. A veces es difícil, pero la tenacidad y el amor propio hace que uno haga cosas a la altura de los compañeros”.
Patricia y Ana están a punto de jubilarse el año que viene. También integran el Cuartel de Bomberos de Huanguelén Marina, Alicia y Macarena. Otra chica se incorporó hace unos cuatro meses, Rocío, que ahora se fue de la localidad a estudiar.
Habló de sus familias: “tengo tres hijas, las cuales nacieron estando yo dentro del Cuartel”.
¿Cómo se hace cuando se tienen niños, llama la radio y hay que salir corriendo? Responde Ana que “el papá ayudo mucho. Esto se hace en familia. Por empezar los Bomberos Voluntarios de Huanguelén es una familia muy grande, unida y nos ayudamos mucho, a la par de nuestras familias, la que tenemos en casa, cuando salimos y las dejamos. Fue difícil al principio, cuando uno estaba haciendo algo con la familia y te llaman: ‘¡atento la guardia!’, o suena la sirena y hay que dejar todo, porque es lo que uno eligió hacer”.
El Cuartel de Bomberos de Huanguelén ha sido de vanguardia en este sentido: hace 24 años atrás decidió la incorporación a su Cuerpo Activo de Bomberos mujeres, sabiendo que podían realizar un aporte muy interesante y constructivo para todo el grupo.
Ana Elizaga es una de las primeras cinco mujeres que ingresaron en ese entonces. A punto de jubilarse de esta labor, el año que viene, cuando cumpla 25 años de servicio, transitó por el Cuartel de Huanguelén con una labor destacada, a la par que era madre, esposa, docente.
“Cuando terminé de estudiar me fui, después volví, empecé a hacer en Huanguelén magisterio. En ese entonces nos propusieron a cinco chicas que ingresáramos al Cuartel de Bomberos, que querían tener un Cuartel femenino, querían iniciarse en ese tema. De ese grupo quedamos dos al día de hoy. Tengo otra compañera, Patricia Vega, que está conmigo desde entonces”.
Claro que fue una apertura muy grande: “tener la mente abierta, para incorporar mujeres, era muy difícil. Se logró y de una manera increíble. Yo puedo decir que fue muy lindo todo lo que me pasó”.
Cuenta Ana que “al principio no teníamos nosotras un lugar en nuestro Cuartel, era más difícil. Estaba como diseñado para hombres. Hasta que después entraron otras chicas más y ahí sí fuimos logrando trabajar a la altura de ellos, que creo que es lo que estamos haciendo hoy. Ahora somos iguales nosotras a nuestros compañeros. Logramos eso, la equidad y la igualdad, que era lo que siempre buscamos desde el inicio”.
Por supuesto que costó porque “había gente más grande, y costó que aceptaran que pudiéramos trabajar igual que ellos. O tal vez por miedo a que nos pasara algo”.
Dice que, hasta el día de hoy, sus compañeros del Cuartel las cuidan mucho: “nos cuidan, se preocupan, piensan que por ahí hay cosas que no podemos hacer. A veces es difícil, pero la tenacidad y el amor propio hace que uno haga cosas a la altura de los compañeros”.
Patricia y Ana están a punto de jubilarse el año que viene. También integran el Cuartel de Bomberos de Huanguelén Marina, Alicia y Macarena. Otra chica se incorporó hace unos cuatro meses, Rocío, que ahora se fue de la localidad a estudiar.
Habló de sus familias: “tengo tres hijas, las cuales nacieron estando yo dentro del Cuartel”.
¿Cómo se hace cuando se tienen niños, llama la radio y hay que salir corriendo? Responde Ana que “el papá ayudo mucho. Esto se hace en familia. Por empezar los Bomberos Voluntarios de Huanguelén es una familia muy grande, unida y nos ayudamos mucho, a la par de nuestras familias, la que tenemos en casa, cuando salimos y las dejamos. Fue difícil al principio, cuando uno estaba haciendo algo con la familia y te llaman: ‘¡atento la guardia!’, o suena la sirena y hay que dejar todo, porque es lo que uno eligió hacer”.