Se jubiló Susana Maldonado, bibliotecaria de la Unidad Académica.

El momento de la jubilación siempre es muy sentido en los establecimientos educativos. Sobre todo, para personas que han desempeñado con responsabilidad su tarea, desplegada a lo largo de muchos años.

El contexto de pandemia con aislamiento, distanciamiento y virtualidad, impidió que a Susana Maldonado la Unidad Académica le hiciera la despedida con los alumnos, que hubiera tenido. Se jubiló en esta semana que está terminando.

Y esta situación donde todo funciona de manera virtual no impidió que le llegaran, de esa manera, muchísimos saludos, agradecimientos, por la labor desarrollada.

Treinta y nueve años en educación, empezando en el Colegio Nacional de la Avenida Alsina.

“Estoy muy contenta, lo estaba esperando, porque ya casi los cuarenta es como que estaban empezando a pesar. Pero una vez que estaba en la escuela listo, me olvidada de todo”, dijo en una entrevista con La Nueva Radio Suárez.

Cuenta que comenzó como administrativa, “en el viejo Colegio Nacional. Treinta como bibliotecaria. Fueron años maravillosos, realmente, con un grupo de gente… Las ‘Susanas' en Secretaría, Schnegelberger y Dalmau, que era un gusto ir a trabajar, realmente. Comencé con el Dr. Lovecchio y con María del Carmen Sánchez, esos fueron mis inicios”.

Empezó, recuerda, en el año 1980.

En el año 1989 “comencé como bibliotecaria. Estaba Carmen Erdozain, que fue la primera bibliotecaria que tuvo la escuela, que renunció. Ahí comencé yo. Siempre en el mismo lugar, el mismo establecimiento. El Colegio para mí fue mi casa. Yo desde los 5 años entré a la escuela. Hice toda la primaria, la secundaria. Terminé el secundario y al año siguiente comencé a trabajar. Era mi casa, yo no me podía ir. Trabajando en lo que te gusta, a gusto, y con gente buena”.

Anécdotas, muchas. El jueves, cuando se jubiló, dice, “fue un día que se me pasaban anécdotas, continuamente. Cosas, gente. Hoy estoy más relajada, y no se me ocurren muchas. Lo que sí, a la hora que el Dr. Lovecchio nos iba a buscar… había que estar. Así sea porque habías dejado una máquina destapada. Tenías que ir a taparla. ¡Sí!, te buscaba para que fueras a buscar la máquina. Entonces, te ibas a olvidar la máquina, tapada, una vez. Dos veces, no. También quiero destacar mi paso por el Consejo Escolar, donde encontré un grupo de gente maravillosa. Realmente, muy agradecida por la calidez con que me recibieron cuando llegué ahí”.

Dice Susana Maldonado que, si bien fue difícil reemplazar a Lovecchio, analiza que “todos veníamos de su escuela. Entonces no fue tan difícil, porque todos teníamos la misma forma de trabajar, la que él había enseñado”.

“Me voy –dice- con los mejores recuerdos. El colegio fue mi vida, mi casa. Lo que lo resume todo es ‘Estudiantina’”.