09/11/2024REGION

Interesante propuesta en Huanguelén: cena a ciegas, “viviendo la realidad que nos toca a los no videntes en el día a día”

Rodrigo Bracamonte es un joven no vidente de la localidad de Huanguelén, quien hace unos años perdió la visión, lo cual no le impide generar y participar de diferentes iniciativas y actividades. En este caso propuso una cena a ciegas, la cual se llevó a cabo el miércoles pasado.

Consultado cómo resultó esta experiencia, dijo en la Radio que “muy lindo, a pesar que fue un día de semana la convocatoria fue interesante. Venia pensando esto hace un tiempo, no se me daba o no sabía cómo encararla, hasta que me senté y la organicé con mi acompañante. Salieron varias ideas, lo armé bien y se lo llevé a una compañera de trabajo, quien me dio una mano enorme para llevarla a cabo”.

Cuando llegaron los asistentes tuvieron la posibilidad de observar en detalle el entorno y luego se le vendaban los ojos, “para que agudicen los demás sentidos. En el cierre de la cena podían expresar sus sensaciones de esta iniciativa que duró alrededor de dos horas. Todas las conclusiones fueron más que positivas, viviendo la realidad que nos toca a los no videntes en el día a día”.

Bracamonte ofició de guía para los cerca de 30 comensales, quienes participaron de esta experiencia única.

El joven huanguelenense fue requerido sobre los consejos que impartió esa noche e indicó que “nosotros siempre estamos a las apuradas, entonces les dije que disfruten de la comida y que pasen un buen momento, tratando de valorar todo lo que tenemos”.

Y sobre sus demás sentidos, expresó que “la gente se asombra porque, sobre todo, tengo más desarrollado el oído, ya que escucho que vienen personas cuando nadie se da cuenta. O cuando están elaborando la comida yo sé qué están haciendo, ya que puedo percibir los olores con facilidad”.

Rodrigo Bracamonte comentó que continúa con la bicicleta tándem, adelantando que quizás más adelante contará con un vehículo nuevo de este tipo, pero de aluminio, “ya que la actual es de hierro. Es más liviana y con amortiguación. Además sigo con el fútbol, entrenando y teniendo ahora dos pelotas sonoras”.

Por último, dijo que “quiero que la sociedad no nos tome a mal, ya que nosotros siempre decimos que somos ciegos, no tontos. Tenemos una discapacidad, no una incapacidad para hacer lo que nos gusta. Estaría bueno que se empiecen a poner un poco en el lugar de cada persona discapacitada”.