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“La Dulce Vida”, el ballet de danzas alemanas, rusas y ucranianas que se llevó todos los aplausos

A quiénes están leyendo esta noticia, hacemos desde esta página la invitación enfática para que hagan click en cada uno de los videos que la ilustran. Podrán deleitarse viendo danzas por un ballet donde cada uno de sus bailarines pone pasión y mucha técnica.

Se trata del ballet La Dulce Vida, de Azul, pero con sedes también en Olavarría y Mar del Plata, que el sábado se llevó todos los aplausos de los concurrentes a la Fiesta de la Cerveza, organizada por la Asociación Alemanes del Volga.

Mauricio Brown cuenta que en el año 1978, el ballet fue fundado por su madre. “Llevamos muchos años de trayectoria, es un ballet totalmente independiente, en el sentido que no pertenecemos a ninguna colectividad en particular. Hacemos danzas folklóricas de Ucrania, Rusia y Alemania, y lo hacemos por ese legado que traemos de nuestros ancestros, los abuelos de mi madre que eran alemanes del Volga, que se fueron a Rusia y de ahí fueron emigrando para estas tierras”.

Contó que desde muy pequeña su madre empezó con este amor por el baile, porque los abuelos tocaban el acordeón y ella bailoteaba arriba de la mesa. Ahí nació todo este amor que trascendió con el paso de los años. Y hoy estamos con el ballet formado tanto en Azul, como en Olavarría, como en Mar del Plata”.

En Mar del Plata, lo lleva a cabo su hermano, Jorge Brown, y en la ciudad de Azul y Olavarría, trabaja Mauricio con su señora, “con chicos de todas las descendencias”.

Describiendo lo que se ve en cada danza, además de mucha alegría, dice que “por sobre todas las cosas tenemos una gran pasión por bailar. Lo que tratamos, cuando empiezan y se transforman en bailarines, es transmitirle el sentimiento y el amor por la danza. Que tenga ese sentido de pertenencia con el ballet. Tratamos, en lo posible, de darle la libertad de disfrutar la danza. De ahí nace esa comunión con la gente. Ese, es el gran secreto que tenemos. Que el bailarín disfrute, que sean ellos en el escenario. Y por supuesto, mucho entrenamiento”.