26/07/2024SALUD

“La Fiebre Hemorrágica Argentina está muy relacionada a la cosecha. Hay que estar alerta”

Sobre la reaparición de la Fiebre Hemorrágica Argentina, la médica Soledad Firpo fue consultada por La Nueva Radio Suárez debido al diagnóstico de casos en el norte de la provincia de Buenos Aires: “Se conoce poco porque no es una enfermedad frecuente en nuestro país, pero en esa zona es bastante habitual” comenzó diciendo la Infectóloga, quien agregó que la patología es producida por un virus llamado Junín, comúnmente conocido como “mal de los rastrojos”, y es una enfermedad de muchos años, aunque en los últimos tiempos han sido pocos los casos diagnosticados. 
“Es una enfermedad que se caracteriza porque tiene este virus como reservorio de los roedores campestres y lo que logran es contaminar gran parte de los pastos con sus secreciones y orina, eliminando de esa forma gran cantidad de virus, lo que contamina el medio ambiente en donde los seres humanos establecemos contacto” detalló Firpo, aclarando que fundamentalmente se da -a pesar de haber habido casos en niños- en adultos de entre quince y sesenta años: “El ochenta por ciento son hombres, quizás porque son los que tienen la mayor exposición por su trabajo rural” dijo, sin dejar de destacar que el contagio es por la aerolejación de las secreciones de los animales o por la exposición directa con las manos y ojos.
Contó la entrevistada que el virus ingresa al cuerpo por las vías antes mencionadas y hace un cuadro inicial bastante inespecífico: “Se presenta un cuadro con apatía, anorexia, fatiga y de pronto fiebre, que es una característica habitual, como los dolores de cabeza y musculares o articulares, pudiendo afectar el sistema nervioso central”.
Si bien las personas que están en campos o zonas rurales tienen mayor exposición, las regiones urbanizadas no quedan exentas: “Está relacionado mucho con la cosecha y el tipo de roedor reservorio del virus Junín es uno particular. Debemos estar alerta porque vivimos en una zona más rural”.
Confirmó Soledad Firpo que muchas veces llega a ser mortal y que no hay un tratamiento preciso: “No hay un antiviral puntual que se dé sino que se da plasma de pacientes convalecientes, es decir, de pacientes que han atravesado la enfermedad y han generado anticuerpos”.
Esta fiebre tiene que ver, como todas las enfermedades infecciosas, con el estado en que se hace el diagnóstico porque en el inicio no hay identificación precisa, pero avanzado el proceso hay signos y síntomas que orientan a los profesionales, aunque tampoco tienen todos los agentes de salud la experiencia para dar este diagnóstico.