Síntomas y diagnóstico de la celiaquía: El proceso en primera persona

Luciana Quiñonez es miembro de la organización ‘Celíacos Coronel Suárez’ y paciente diagnosticada hace alrededor de ocho años, y en el marco de un nuevo Día Internacional del Celíaco participó del aire de La Nueva Radio Suárez a fin de profundizar en la temática. 

“Es un período de aprendizaje porque se va aprendiendo día a día, tanto en la cocina como manejándote en el día a día con un montón de cosas” explicó la entrevistada, que refirió a sus síntomas previo diagnóstico: “Tenía diarreas, estreñimiento, desnutrición, dolor abdominal, cefaleas, anemia. Hay un montón de cosas que a uno le van sucediendo en el transcurso de no cuidarse”. 

En ese punto, aclaró que con “no cuidarse” refiere al consumo de gluten, que “el cuerpo va rechazando y al rechazarlo, y tener tanta pérdida, porque perdés un montón de proteínas y vitaminas en el cuerpo, uno va perdiendo fuerzas”. 

Sobre cómo fue el proceso hasta llegar a un diagnóstico, Quiñonez contó que, en principio, hubo análisis y consultas médicas. Además, la realización de una biopsia. 

Todo ello derivó en, además del diagnóstico, una dieta libre de gluten que, según contó -desde su experiencia- “es difícil acostumbrarse” y agregó: “Es un cambio de hábito porque de comer siempre gluten, que una persona come casi al 100%, tenes que empezar a encontrar la vuelta porque el sabor es diferente y ciertas cosas no son iguales”. 

De todos modos, marcó que, con el tiempo, “uno se va a acostumbrando y va elaborando, a prueba y error, comidas” e indicó que “se soluciona y se puede llevar una vida totalmente sana”.

Explicó entonces que las personas que son diagnosticadas con celiaquía consumen pre mezclas: “Es harina con almidón de arroz, de maíz y de mandioca, con algunos aditivos que son leche en polvo, polvo de hornear, para darle más esponjosidad, elasticidad y nos ayuda a poder elaborar un pan o una galletita”. 

Consultada al respecto, Quiñonez rescató que, actualmente, en los comercios hay variedad de productos libre de gluten que están debidamente identificados: “Siempre decimos que se fijen que esté el logo que indica libre de TACC, o que se rijan por la lista de productos de ANMAT”, para lo que hay que ingresar en la web oficial de la Asociación.

Por otro lado, Quiñonez sostuvo que, para el entorno, “es como volver a enseñarles” y sostuvo que “siempre la familia es más protectora y está para acompañarte. Pero el entorno es muy complicado, es un trabajo de hormiga”. 

En esa línea contó que, como grupo, suelen hacer hincapié en la inclusión y que se tenga presente a las personas que invitan a la casa: “Es muy feo que vaya la persona celíaca y esté comiendo con un tuppercito. Es chocante para la persona recién diagnosticada” explicó, e hizo extensivo el consejo: “Sean inclusivos, sean empáticos. Busquen alternativas para tenerlos incluidos en esa cena y la persona celíaca va a estar muy contenta” sostuvo.

De ese modo sostuvo la importancia de prestar atención a los cuidados, dado que “la contaminación cruzada, desde una miga de pan o un cubierto, es muy perjudicial para el celíaco”. En se sentido, agregó: “Los síntomas los vas a tener, boca hinchada, distención abdominal, vómitos y cefalea”.

Consultada sobre los cambios en su sentir, tras ser diagnosticada, Quiñonez recordó: “Es una vida totalmente sana y linda porque, una vez que te acostumbraste a cocinar, uno se siente con una satisfacción enorme de cocinar tus cosas y decir que lo lograste. Aparte es comer sano” y agregó que comienzan a desaparecer los síntomas y “uno va aprendiendo a caminar porque te sentís bien”.

Por otro lado, lo que la entrevistada manifestó fue que, de tener algún síntoma, se haga una consulta médica y un pedido de análisis.

Finalmente, a modo de conclusión, Luciana Quiñonez pidió: “Sean más empáticos. Está el grupo de celíacos siempre atento para acompañar al recién diagnosticado en este proceso de cambio de alimentación”.